No rayadas, no decepciones.


Y no voy a darte más vueltas.
Voy a salir sin entrar
con las maletas en el rellano
corriendo, una vez pulsado el timbre

sin dejar siquiera el tiempo de tomar el ascensor
por si acaso llegas pronto,
y decides abrir la puerta

Y cuando llegues a la mirilla verás mi silueta
alejarse,
con sus curvas perdiéndose
en la lejanía de tu memoria

y seré simplemente un recuerdo
de lo que pudiste tener y no tomaste
un par de noches tontas
que tardes segundos en olvidar
pero revivas en tu deseo constantemente

Al menos así quiero pensar
y tomar consuelo...
por haber estado en mi imaginación tantas veces
al borde de la línea de tus piernas
cosida etérea a tus latidos.

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