Olvídate de mí.


Muchos hombres creen que soy un concepto,
o que quizá les complemento,
o que voy a darles vida...

Sólo soy una mujer jodida que busca su propia paz de espíritu.
No me asignes la tuya-


(Benditos sean los olvidadizos, pues olvidan incluso sus propios errores) Nietzsche

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