Echo de menos ser la niña imantada,
esa que era capaz de hacer sonreír, o llorar, 
con sólo una mirada.

Sin tiempo para pensar, nada más que en tí,
vuelvo a mi vida triste, 
y vuelve a amanecer.

Y ese tú que no es ni nadie,
y esta yo que soy culpable,
de echar de menos lo innombrable,
cuando lo necesario se evapora,
lo inapropiado se hace obvio.

E non posso, ne devo dormire, 
perche vita ho una,
e giustamente, Italia è piu cerca che mai,
e io sono una piccola principessa,
ancora che mai.

No hay comentarios:

Publicar un comentario