Desde Nunca Jamás



Creo que hoy te he visto más allá,
 en un contraste de imágenes y palabras,
 creo que hoy eres más triste y a la par más fuerte,
 sin perder la fé y más emocionada con la ficción gravitatoria.



 Creo y supondré que eres un apoteósico nirvana, 

y eso, junto a tí, me convierte en una dinastía también,
 así que por favor, sé triste conmigo, por favor,
  sigue siendo como eres, 
saborea tus defectos y culmina tus virtudes. 



No te olvides: Sandy, eres grande.


Gracias mil a mi pequeña Irene,
cuyas palabras me dejan anonadada,
me inspiran ternura, y fuerza.

Gracias por tu presencia en mi vida,
por tu confianza, por ser cómo eres.

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