-Y mi carmín se perdió entre sus labios, cómo se pierde Carrie en una tienda de zapatos.
Nuestras lenguas se rozaron y de ahí todo surgió, voló el pantalón y el sujetador desapareció.
Cómo si fuera un sueño la habitación se desvaneció, solo se oían susurros, -no sé que pasa en el exterior-
.Y me rozaste... -¿Y qué pasó?
-Qué grité, gemí, sentí, viví, como nunca había echo antes.
Que volé, pensé y creí ver mariposas en el aire.
Me tiemblan las rodillas, mi piel se vuelve de gallina, y tu te ríes, disfrutas, siempre con estas tonterías.
Sé que te gusta observar siempre mi cara de placer, y yo provoco y te miró, hasta sentirte estremecer.
Y a mí me gusta tanto, el echo de sentirte dentro, que si no lo hago me rallo, y si no pues me lo invento.
Y es sencillo provocarte y controlarte con mis dedos, y si mi lengua te roza, pues no está nada mal, créelo.
Te tengo cual marioneta controlada con mis tetas, si me muevo se mueven conmigo todas tus cuerdas.Y aunque no lo creas, me gusta sentirme así, te tengo en mis manos cómo un americano a un irakí.
Sé que matas por rozarme, acariciarme y puestos a pedir, ¿Qué más da ya besarme? Y entre risas, carcajadas, doy patadas al aire, sabes que odio las cosquillas que sólo tú sabes provocarme, ese hormigueo entre las piernas que me viene con rozarme.
Y sabes darme todo lo que cualquiera pediría, caramelo para las niñas, para mí cómo cocaína, nicotina que intoxica cada parte de mi cuerpo, y me arrepiento si no roza tu lengua todo lo que tengo dentro.Sé que quieres más, y no esque yo quiera menos,y esque está ambición me quita el frío de este puto invierno.
Pero lo siento, no quiero darte todo esto, pues no soy maniquí que se mueva sólo con sexo.
Sabes que lo haría si me dieras el fuego que encienda la chispa que apaga este viento.Y siento, cómo miradas me persiguen y babosos se recrean con mis curvas pronunciadas y estoy harta de ser sólo eso.
La chavala a la que miras y te tiemblan los huesos, por eso, mira si quieres cascatela con la imagen de mis senos, pero encima no me pidas que te aplauda luego. Primero, sé realista, asume que perdiste el mechero, y luego...si ves que tal búscate un cenicero, que colillas cómo vosotros sobran en este agujero, ¿comprendes?, que lo que tú me das me lo daría mi abuelo...
