Malditas plantas



LLamaste a mi puerta prometiendo luces de colores



Las plantas te volvieron vegetal



y aquello que fue calor



se volvió frío como el jodido metal.






Cual fue mi sorpresa al abrir



cuando me escupiste las cuerdas vocales a la cara



sin llegar a abrir mi boca.






Y me duele tu inocencia egoísta



-desconcierto me provocas.






A veces me gustaría que cambiaras tus ojos por los míos



o por cualquiera



para descubrir que te equivocas.






Y que ni soy tan mala



ni cometo tantos errores como



me inculpas












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