Cristales rotos


Estoy en venta al mejor postor,
 que sepa darle dulce al amargor de mis mediasnoches,
 que se acaban haciendo enteras sin ver amanecer_


Se me hacen extraños los atardeceres,
 sin verlos reflejados en miradas ajenas,
y se me hace ajeno el entendimiento, 
el amor,
 cuando es desconocido, incomprensible.

Se me hace pesada la vida, 
cuando nunca es suficiente,
 y no tienes más fuerzas de entregarte a ella.

Con ganas de sucumbir entre la penumbra,
 y revolverme entre cenizas,
 que tomen parte de mi cuerpo para alimentarse.

Vomitando sin sentido,
 estética ni lírica,
 ya ni la retórica me afecta,
 ni me mima.

Sólo tengo ganas de morir entre lamentos,
 pues patéticamente me hayo,
 tendida bajo mi misma,

Destrozo mis pulmones, 
inundándolos de alquitrán,
 mientras mi cabeza, 
sucia, 
reposa sobre el colorado y suave regazo 
del colchón en el que yazgo.

Tanto me acontece, tanto me preocupa,
que de nada me ocupo.

Tanto por comprender y concebir, 
que ninguna es la respuesta que esbozo,
entre la oscuridad de mi mente,
sólo encuentro palabras vacías,
que a nadie ya importan, 
y nadie recoge.

La penumbra se hace obvia,
y me rodea.
Con sus fríos brazos me acaricia,
me congela la piel...

Y yo pequeña y triste,
me dejo morir en ella, 
sin valor alguno de mirarme en el espejo,
y enfrentarme a mí misma.


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