A veces el vacío se hace obvio,
pese a intangible.
Y me duelen y sangran los labios,
pero no importa.
Los cambios aparentes,
ya no constan.
La importancia de los hechos,
se desvanece.
Ya no hay cantos,
ni guitarras que narren las historias
que no contamos.
Ya no hay nadie ni nada
que soporte los latidos
que ya no sentimos.
No queda nada,
sigo sola.
Y no puedo dormir...
Las imágenes aun duelen,
se hace tarde
Y sigo sin poder dormir.
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