Eres como un desconocido
que busca en mis ojos
una verdad
no certera
Tengo el alma podrida
y me saben rancios
los detalles
Arrúgame como un papel usado
Pero recíclame
como sólo tú sabes
Muéstrame tu caos,
y tus terremotos
Siento no poder,
ni saber calmar los míos.
Échame sal
en las pestañas
Me escuece el lagrimal
de llorar sangre
Decrépito mar
de arenas negras
en las que me asfixio
Que nadie puede
devolverme el aire
Dame la mitad de mí
que te llevaste
con tus maletas
Soy incapaz de superarte.
¿Qué hacer
cuando ya no quedan razones
para quedarte?
¿Cómo ver
cuando estás cubierto de barro
y el espejo te denega la mirada?
Claridad aguamarina
que me pierde
por los rincones
De este ataúd en el que me encuentro
enterrada viva
Me sangran los dedos y los dientes
por intentar coger lo que no es mío
Hace eones que perdí
los patrimonios
-Consecuencias derivadas
de acciones desesperadas-
Desgarras y desgarro
inconscientemente
a aquel que está al otro lado de la pared
No estoy preparada
en cualquier caso
para el futuro.
Quizá nunca lo estuve...
Y mi futuro pasado
me consume
Que ayer es hoy
hoy es un mañana
como el de ayer
Necesito tumbarme en
un lecho de flores de almendro
blancas como tus mejillas
Y dejarme morir
Sóla, vacía... y nunca encontrada .
-¿Quién eres tú?
-La gran incógnita.
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