Sandra es sólo un ente,
eterno y omnipresente,
algo que no puedes tocar,
simplemente un espejismo.
Las almas son inmortales,
más la mía,
arde y desprende calor.
No intentes encontrar la verdad,
mi verdad es algo exclusivo,
predico y dedico cada segundo a compartirme,
más entenderme y comprobarme es,
probablemente un mito.
Ya no soy nadie,
ya no corro en contra de la imagen de mi reflejo,
no puedes tocarme.
He superado los límites de lo inteligible.
Ya no tengo miedo.
Hay algo sobre mí,
es dificil de explicar...
que seguirá igual,
hable quien hable...
digan lo que digan.
Esto es una guerra.
¿Vas a dejarme ahora,
o quedarte hasta morir?
No hay comentarios:
Publicar un comentario