¿Conocen esa sensación?
Cuando el corazón se encoge
y,
entre manos ajenas,
se evapora.
Se produce una reacción en cadena
que desencadena tu más profundo,
oscuro, y tenebroso dolor.
Cuando sientes que no eres nada,
que no quieres ni permitirte llorar,
por no verte caer tan bajo...
Y así al menos tú,
tenerte lo más mínimo en cuenta.
Y ahora que puedo respirar,
pruebo a escribir
y relatar mis lágrimas
sobre letras.
Me escuecen los ojos,
quizá no debería importarme lo más mínimo,
debería saber,
que nunca has estado a la
altura de las circunstancias...
Pensamos demasiado
y sentimos demasiado poco
¿o es al revés?
¿Qué se yo...
además de que es mejor así?
Pero aun así me has hecho daño...
Como cada vez que te acercas...
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