Podría apostar a que hace
365 días
yacías a mi lado
durmiente en la cama
Probablemente de espaldas a mí
probablemente hubiéramos discutido
Quizá hubiéramos llorado...
Pero estabas ahí.
Ahora no eres más que un recuerdo
una ligera figura que pintan mis ojos cerrados
en mi cabeza
a veces dudosa
otras muy firme.
Tan impersonal,
como si nuestras vidas nunca se hubieran encontrado
provocando un "Crash-Búm-Plás"
aún mayor que el Big Bang.
Como si no fuéramos quienes somos
por culpa del otro
Como si no nos hubiéramos obligado a crecer
siempre juntos...
Ahora ya no somos más
que dos desconocidos
que llegaron un día
ahora lejano
a conocerse mejor que ellos mismos
Como sin un lapsus espacio temporal
hubiera cortado los últimos tres años de mi vida
y me hiciera aparecer aquí
en este sofá que tanto compartimos.
A veces se me hace complicado
concebir cómo hemos cambiado
cómo puede llegar a desaparecer
absolutamente todo...
Y echo de menos poder sonreír
sin miedo al qué dirán, diréis o dirá
o al que pensarán, pensaréis o pensará...
Y a veces echo de menos
poder echarte de menos abiertamente
Y saber que pase lo que pase
siempre estás presente en mi memoria
al menos más a menudo de lo que quisiera
Aún tengo la impulsividad de cuidarlo
sin querer
de intrometerme
como si aquello que se me arrebató
siguiera perteneciéndome de alguna manera
Pese a saber que sólo son retales
trozos minúsculos de cristales rotos
casi reducidos a polvo
a ceniza que el viento se lleva...
el viento invernal...
frío y desolador...
Dentro de menos de 10 días
hará 3 años que cambió mi vida...
Y un cambio tan brusco como aquel,
sólo lo sufrí un lejano dos de agosto
de un cálido y abrumador dos mil cinco.
Y es triste saber que la pequeña
llama del recuerdo
ya sólo late en mi corazón,
pero ahí sigue.
Adiós, hermano, amigo y compañero de aventuras y desdichas,
una vez más, vuelvo a despedirme sin disimular titubear
sabiendo que al menos mi tremenda nostalgia
siempre te recordará y te echará de menos.
Es complicado iniciar una nueva vida, incluso ahora.
Sé feliz, sonríe, vive, sueña, ama, lucha,
no te obceques tanto
no cometas los mismos errores
me lo debes...
(Carta a un viejo familiar que perdí entre guerras y batallas a sangre fría, sudor, lagrimas y gargantas quemadas, que, con certeza, sé que jamás recibirá, pero al menos aquí queda grabada para el resto de mi historia, como memorias de una joven que se debate entre la vida puta y la muerte en vida)
Pero lucharé...
Con Cariño;
Sandra.
*Foto de archivo; Mi habitación estaba ordenada, me resulta inconcebible....
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