Otra más para la lista de enamorados del amor,
otra más que se miente creyéndose capaz de sobrevivir a éste y sus secuelas,
otra más que ansía compartir su alma, una vez más.
Malditos cuentos impuestos,
esperanzas y sueños aparentemente inalcanzables
que nos vuelven dependientes y tristes,
como almas en pena,
vagamos en busca del alma gemela,
de la manada y el calor.
Soy una farsante, y hoy mi papel es insostenible,
la máscara es cemento fija a mi piel,
y las lágrimas brotan a borbotones,
agrietándome la piel,
volviéndola aún más áspera .
Me gusta mucho! Un abrazo.
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