Quítate la máscara.
Abre la puerta.
Déjame pasar.
Revuelvo entre las vísceras
Pulmón y corazón.
Perdí lo que los médicos
Denominaban razón.
Y mientras, como ileso
-Respiras-
En un lecho de muerte
tallado a hojas secas y olor a humedad.
Tiendo a preguntarme
dónde me llevarás...
Y mientras, como ileso...
Caminas.
Deshaces la maleta en el estómago
Removiendo con un sorbo de café.
-Mi nombre es Otoño.-
Susurrabas entre las sábanas de seda.
-He venido para quedarme.-
Ibas de la mano de sueños rotos.
Que no pudiste ocultar entre algodón.
Enciendo un cigarrillo
Y te miro pasear.
Colgaste de mi puerta el cartel
de la eterna expectativa.
Me quitaste los zapatos
Y me sacaste a bailar.
-Déjate llevar-
Mientras sacabas tu puñal.
Barcos de papel
en los que navego.
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