Vida

Texto que he encontrado rebuscando en mi ordenador...


La vida es un camino largo, muy largo.
Los años se suman como baldosas, como kilómetros, mientras los segundos pasan como las gotas que sudor que supuran al andar.
Durante ese viaje que todos emprendemos, podemos caer, pero siempre volvemos a levantarnos, hay que seguir adelante.
Este camino es como la mítica historia que todos conocemos y apenas creemos, como aquello del tunel...
De seguir la luz, nosotros queremos ver ese final, ese foco, poder cogerlo, rozarlo con los dedos para entonces, parar en seco, recordar el tiempo perdido, y tirarlo a la basura cual papel arrugado, que no se va a reciclar.
Hay momentos en los que el camino se hace más y más estrecho, que nos cuesta andar, nos dificulta avanzar, y otros en los que la explanada que recorremos es tan grande como las ganas de parar el tiempo, de no tener que avanzar más.
Vemos cielos estrellados, días nublados, soleados y lluviosos.
Entonces es cuando nos calzamos las botas de estrellas, vestimos los anoraks de niebla, rescatamos del fondo del armario nuestros pantalones de cristal tintado o lucimos (que ya está bien, por una vez al año) nuestras gafas de lluvia.
Siempre a la moda, preocupandose por quien lleva las botas más "cools", los pantalones más "vintage", el último anorak de Channel o las gafas de lluvia wayfarer último modelo, eso sí, que sean "Rayban", si no, se te cerrará en acceso al carril V.I.P del trayecto, y dudo que quieras que eso ocurra.
Puedes combinar los dias de lluvia con chocolate, las tardes nubladas con amor, los dias soleados con amigos, y las noches estrelladas con ella.
Vamos, no seas estúpido, ¿De verdad te preguntas quién es ella?
Todos sabemos que ella es el motor que nos hace seguir funcionando, nos hace avanzar más rápido al ritmo de sus latidos, fuerte, suave, lento... ritmo insaciable que nos guia a traves del camino.
Los arpegios que nos hacen botar caminando con fuerza, marcando el paso, vamos, más rápido, quiero más y más.
Una tras otra y tras otra, dulce, ruda, mi amor, sigue conmigo, nunca me abandones.
Sabes que vivo por escucharte latir, envolviendome ...