Infinito.


De piedras y cicatrices se trata,
de promesas autofaltadas y ausencia de integridad,
de autocontrol,
autosuficiencia y superación.

El corazón sólo es un músculo y no decide, 
no hay opción a debate ni réplica. 

La esperanza es una zorra mal pagada y rencorosa,
y no hay nada peor que las expectativas sobre fallos.

Pues la gente no cambia,
y si no existe un Dios,
me permito la licencia de creer en un destino,
donde los errores van escritos
y en el que se narran las historias que a veces no contamos.

Es cuestión de prioridades, 
de pulso entre el orgullo y la fuerza de voluntad,
de la guerra dentro de una cabeza desamueblada, 
que se aferra a lo que cree posible cambio,
que no valora pros ni contras,
sólo estrella su frente contra el asfalto mientras ve saltar sus dientes,
hechos añicos, 
una vez más.

Y como todas las palabras que rebotan en oídos sordos,
se transforman en lírica y dan vida a mi depósito,
en nombre de estas me propongo el reto,
de aguantar y ser valiente,
pues tormentas y mareas no son fieles,
pero una debe serlo,
a sí misma y sus caídas,
y a sus pies heridos al levantarse.

De piedras y cicatrices se trata...
una más y hasta la próxima.

Nights on my own


Es lunes por la noche y hoy no he tomado café.
Bueno, realmente ya es martes, pasados tres minutos de las doce.

Me he despertado a la hora prevista, 
y para no variar, he perdido más de dos horas 
intentando no pensar, 
tumbada en mi cama.

Al levantarme, no he hecho la mitad de las cosas que tenía previstas,
han cambiado ciertos planes, 
y otros planes que no se hicieron siquiera
 sólo han tenido lugar en mi mente.

Es martes recién entrado y hoy no he tomado café.
Tampoco he olido sus labios ni acariciado su pelo.

Tal vez estén en otros mientras escribo estas letras,
pero eso es algo que nunca sabré.

A veces siento que sólo soy polvo o que no soy nada,
siento que soy cuando me construye,
a la par que me desconstruye con su falta de atención.

Soy como un fantasma al otro lado del teléfono,
como el cuerpo que calienta las mañanas cuando se digna a aparecer,
soy hormonas ardiendo y mil preguntas que no necesitan respuesta,
soy el miedo al qué pasará mañana,
porque si tú no piensas yo lo hago por los dos,
y es preocupante.

Soy estúpida escribiendo estas letras
 a sabiendas que preferiría escupirtelas en forma de beso,
beso, como siempre robado y escondido.

Soy eso en lo que no piensas, eso que no está.
Tú eres eso que no está, eso que me roba la atención.

Ni soy tú, ni eres yo, y no importa,
puesto que supongo que soy consciente de que esto es cosa del exceso de estrógenos,
y que cuando te huela será distinto,
o quizá no.

Hay capítulos desechados y los hay no escritos,
los hay escritos en la memoria, 
o entrelíneas.

Me encantaría parar el universo en el momento en que te tumbas en mi cama, 
me dices:
 -ven
y rodeas con tu brazo mi cuerpo,
que pierde la ropa en un suspiro...

Y entonces me besas, o te beso yo, 
y el mundo se desvanece fuera de mi habitación.

Pero ese momento siempre termina, y siempre es demasiado efímero,
lo suficiente como para dejarme con tantas ganas de más que me quita el sueño.


I like the way u work it


El negro se transforma, 
lentamente.
 hacia un azuloscurocasinegro
 con matices cada vez más turquesas
 y aguamarina cuando respiro.

La vida es de colores, 
y siempre vuelve a amanecer.

Vamos a mancharnos la cara 
comiéndonos el mundo.

Mánchame de huellas de tí. 

Lamamosnos las cicatrices,
despacio y lento, 
cada vez más intenso,
más dulce y sucio.

¿Significa esto otra reconversión?
¿Quién seré mañana?
Siento que la viuda negra cada vez se aleja más de mí.