Black Sands


Me escuece la mirada
un día de estos lloraré sangre
que caerá por mis retales
inundandolo todo.

Asfixiará mis cavidades, 
y los recovecos 
serán grabados a muerte
y putrefacción.

Ya no queda tiempo,
se está agotando, 
huyo veloz por las noches
que desgasto en vano.

No hay tiempo de respirar,
más que la nicotina,
que es la única que se mantiene fiel
a su rutina,
en aumento.

El negro crece, 
en extensión y densidad,
y el rojo, 
poco a poco,
va tomando partida en la batalla.

Empieza a hacerse notar desde dentro,
los ápices de locura, 
que me ansían liberar la poca cordura
que me caracteriza.

Y siento mi libertad presa de mi misma, 
y del reloj, que ya ni llevo,
porque el grande escapa, 
y lo echaré de menos...